El cíclope y los provocadores ... (conversación no autorizada para su publicación)

La primera vez que lo vi, traía una Canon Eos 400. Mi sueño húmedo en la universidad, además de ese fabuloso tercer ojo, era evidente su vena voyerista. No era joven, ni siquiera guapo, pero esos dos elementos me hacían sentirme atraída como una miserable abeja luchando contra viento.
- Entonces,… quieres que te tome fotos
- Podría ser, todo depende de la cámara y tu poder de convencimiento
- No es buena idea convencerte a esta distancia… aun no
- Suena perverso, como si prepararas algo para mi
- Perverso es mi segundo nombre
- Mas bien el tercero… no?
- Bueno tu me entiendes
- Claro que si, pero quiero verme un poco ingenua ante ti. Pretender que puedo ser una presa fácil
- No me parece que seas una fácil
- No sabes lo que puedo hacer por una cámara.






Me gusta complicarme la vida. Y tengo una necesidad infecta de que me odies, tú y todos tus amigos con la vida hecha. Sí, una vida hecha a la medida, de lo que otros dicen que debe ser. Que ellos me odien más que tú. Que vengan a mi casa, y tumben la puerta a golpes, que me griten que lo puta que soy y en el fondo envidien por que yo no cierro ni las piernas, ni los brazos y ni la mente a nadie, a nadie. Ni siquiera a ellos mismos. Quiero que me odies por amarme, que me digas “sabes, no puedo vivir sin ti” y luego me dejes, y regreses como si nada para ver si aun me encuentro en donde me olvidaste.

- Y es que las mujeres se contraen como una enfermedad
- No si son mujeres rotas. Las mujeres pequeño burguesas me causas una ternura terrorífica. También las intelectuales que no saben ser felices, esas que asumen que son inalcanzables, y afirman que las hembras somos menos que accidentes dramáticos llenos de fobias y complejos.
- Es común que una mujer vea al resto de las mujeres así.
- Lo se, como es común que los hombres nos idealicen. Ambos extremos son ilógicos
- Yo no idealizo a mis mujeres
- No, lo tuyo es pornografía cínica
- No, es erotismo crudo
- Cómo si hubiera diferencia, el erotismo simplemente se guarda algunas palabras para evadir la censura
- Según yo, el porno es mentira. Y el erotismo es ideal
- ¿Entonces nos excita la mentira?
- Mucho, y por ende los ideales
- Nos enamoramos de mentiras. Alguien me dijo un día: “te amo, no me mientas nunca” desde ese momento supe que estaba destinado al fracaso. El tenia un ideal que nada tenia que ver conmigo
- A mi me gustan los ideales como a todos. Como cuando te leo, como cuando escribo, y tu círculo de amigos te da el visto bueno.
- Cuando descubre tus secretas pretensiones
- Pues si. ¿Cuál es tu pretensión cuando escribes?
- No lo se, pero me han acusado
- ¿De asesinato?
- Casi. Me acusan de ser una provocadora, me defendí le dije, “aquí estoy ahí esta tu dedo, ya dependerá de donde me señales, donde me apuntarás que parte tocarás…”
- Jajaja eso es provocar
- Bueno… él se lo buscó. De sobra sabe que yo no soy una provocadora.