Y todo lo demas...

Para la Familia Oso de MTY...



Jesús Etc...- Wilco


Claro, caminar era la opción típica de un atípica como yo. Uno, dos, cien, o mil pasos, izquierda, derecha, media calle, centro. Siento como hierve la vida a mi alrededor, gritos, olores, viento frío y un sol entrometido en las nubes que corren apresuradas y los edificios de mas de tres pisos.

Una niña me sonríe distraida, le causan gracia mis ojos sin pupila y mis manos sin uñas. Observo su cara inocente y creo recordar cuando yo era la misma que ella y sus ojos curiosos.

Me despido sonriendole, y me doy cuenta que no tengo dientes, supongo como suele pasar, despistadamente he ido regando, dejando, regalando, perdiendo, olvidando partes de mi. Caminando suelen pasar estas cosas, hago un recuento, sin uñas, sin pupilas, sin dientes, ahora que lo pienso no he pronunciado una sola palabra desde que "hablo" con ustedes: era obvio voy sin voz, yo sin voz, la original desheredada.

Observo a una pareja besarse sin recato, sonrío. Recuerdo cuando solía besarte, e inevitablemente mi mente vuela a tu casa, a tu cuarto, al mio, al sofá que suspira cada vez que le leo los poemas que dejaste sobre mi cama. Bajo la cabeza y me sonrojo hasta estremecerme el resto del mi pensamiento, nuestro amor, mi amor. Dejo caer la vista y se me llenan los ojos de un blanco resplandeciente. Pienso que si fuese un negro fulminante no me daría miedo.

Encuentro a tientas un árbol, tronco de mil años, y hojas verdes, me siento bajo él sobre sus raíces, una procesión de hormigas sube por mi espalda sonrío silenciosa y abrumada. Un ciempiés en mi cabello se lleva algunas hebras, el sol atraviesa las ramas y cae pesadamente sobre mi piel que se carcome a sí misma, lo mismo cuando sus besos, lo mismo cuando sus manos... Me invade la nostalgia recién nacida, me acerco un cigarro mientras alguien lo enciende. Una a una gota a gota, comienza a llover bajo el árbol, nada del otro mundo, nada que en mi mundo sea extraño, que el resto este seco y yo bajo una sombra inundada hasta el cuello... era de esperarse para una atípica como yo.