Perdón...

Perdóname Padre que he pecado
He nacido con la venia de tener entre mis piernas el vacío que colapsa el mundo.
Vacío mágico que alberga la vida y bueno... también la verga.
Quien soy yo Padre, para negar mi naturaleza?
Qué acaso no me hierve la sangre como a mi hermano?

Perdóname entonces porque he pecado
Porque siento el mundo entero entre la delicadeza y fuerza de mi vulva.
Porque aunque sé que no es el epicentro del universo
Se siente como si el mundo entero se destruyera y reconstruyera al tocar la punta.

Perdóname por no cerrar la boca ni las piernas
Por creer que puedo como mi esposo ser y deshacer a mi antojo
Por no creer en las normas, pero si en los poemas.
Por tener este perfume tan exótico y tan mio.
Por crear las reglas cada vez que camino, en tacos altos, bajos, descalza a través del olvido.
Por creerme fuerte y delicada, loca y cuerda, malcogida y bienamada.

Perdónenme todos por ser lo opuesto a sus dietas,
sus modas, su etiqueta, al deber ser, a lo prohibido.
Odio lo prohibido por eso no voy a las Iglesias cuando dan misa
Por eso no uso bragas cuando duermo, por eso no uso maquillaje cuando despierto,
y por lo mismo guardo un labial rojo como el que usan esas que llamas putas, para sonreírte.


Perdóname por no entender tu idioma, por querer saborear palabras como coño,
mejor aun MI COÑO,
porque este es el punto donde convergen placer y pecado,
porque has pasado toda una vida Padre diciendo que no y deseando volver a entrar
porque nada hay mas inútil que pasar la vida de rodillas,
implorando perdón y queriendo volver a pecar.

Perdón te pido por última vez, por ser solamente yo y nada mas.