Anuncio clasificado

Y después de ti, la casa vacía. La casa y yo.


Apago las luces, es absurdo mantenerlas encendidas si no vienes a verme; es insano iluminar el vacío de una casa de dos pisos, sala comedor, dos baños y cocina integral.

El refrigerador ha adelgazado, mientras el reloj de la sala engorda las horas con el hastío de “seguir”, de “no dejarse”, de “salir adelante” y todas esas frases de motivación ramplona que de nada sirven sin tu presencia. Es tan ridículo como tener dos lados en una cama huérfana de tu olor.

He dejado de contestar el teléfono, esa esperanza se rompió después de contestar cien veces pensando que al levantar el auricular tu voz oscura y ronca me diría “quiero volver”. Pero no, sólo mi madre que llama preguntando por “nuestra” vida en esta casa sin vida (ella de esto no sabe nada), sólo mi madre y los cobradores, los que gritan que la hipoteca ha vencido y es necesario pagar, haciéndome pensar que el vacío que dejaste tiene precio en el mercado. Pondré un anuncio clasificado: VACÍO EN VENTA.

Comentarios

la MaLquEridA dijo…
Habrá muchos compradores.
Xoconostle dijo…
¿A cuánto el kilo? Es para un amigo lleno de odio.

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