((ven))...


Ven a mi sombrío, oscilante como ave urbana, celeste, insondable y subterráneo. Hijo de las nubes, padre de utopías, vuelve a mi sereno y universal. Ven a mí que estoy florida, jugosa como caña, ligera como brisa.

Sabes que aunque estoy en penumbras, me encontrarás con ese tacto tuyo, tan fino como el ojo de la aguja. Yo prometo negarme a tu cuerpo, y a mi deseo. Prometo darme al día siguiente, mientras tú te llevas el aire, mientras vas calculando la vida con el desdén de un huésped errante.

Ya lo sabes, eres mi agonía y mi muerte. El vértigo en mis piernas, con tu cordial miseria de caricias, ese gesto amargo de tus manos violentas. Rebelde fuga de súplicas, castigo eterno, yo mujer de fuego y plata líquida, integra y mía de mi sola yo, pero en ti.

Por eso te pido, ven a crear una noche de gritos y gemidos, aliméntame en vida, provoca el sudor y la melancolía, provócame amor y desfallece sobre mis palabras. Tú mi desdichado niño, olvídate de tu nombre y del maldito nombre de las cosas. Déjate llevar por el ruido de los torsos en una noche en que nos convertiremos en bestias.

Crearemos esta noche, el alba, y el día, detendremos el tiempo, solo un instante, un momento. Y después aceptaremos nuestra derrota, tu y yo los siempre vencidos.

Comentarios

ire...ya es seguidora de mi humilde blog... se le agradece harto.

me gustó éste último texto.

abrazo!
Buen Tono 23 dijo…
Que bonito! bueno si tiene cierta melancolia impresa pero me gusta como no!

Saludos y te invitamos a escuchar nuestro podcasT!
la MaLquEridA dijo…
Está tan lejos,
pero algún día estaré ahí.


Saludos.
Denisse dijo…
Hola! pasaba a saludar :) me dio mucho gusto conocerte, escribes chingón ;) Te agregué al messenger. Espero verte pronto,
saludines.
Jj dijo…
Bueno, pues... heme aquí.

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